martes, 20 de noviembre de 2007

HISTORIA ESCATEFLOWN - AÑO I

Los Escateflown año I (2004-2005) El comienzo de la saga

Corría el 2004. Año en el que Bush y Zapatero eran elegidos presidentes en sus países. La matanza del 11-M y de comandos chechenios en un colegio ruso manchaban las páginas de los noticiarios, y la prensa rosa destacaba que nuestro principito por fin se casa callando asi los rumores de homosexualidad, y Janet nos enseñó un pecho caído en la final de la Superbowl, trayendo una polémica meses discutida. Jesús Gil nos abandonaba, y en lo deportivo, el Barcelona se lleva la ACB, Grecia la Eurocopa de fútbol y organizaba las Olimpiadas, y el hombre de un solo testículo, Lance Armstrong, consigue su sexto tour.

En este contexto social y político, corría la primavera de 2004, cuando empezó a formarse la idea de crear un equipo en la liga local de baloncesto. La idea surgió de una conversación entre Antonio aka Frito, y Yeray. Ambos vieron el buen rollo que había entre conocidos que jugaban en esta liga y lo primero fue empezar a reclutar gente que pudiera estar interesada.

Yeray, le comentó la idea a Kike, estrella del equipo en la primera temporada, y ambos sudaron fuego para poder reclutar un equipo decente. Tras meses de negociaciones con jugadores conocidos, y no tan conocidos (veáse Gustavo o Arturo), consiguieron juntar el dinero justo para poder inscribir el equipo.

Durante toda la semana antes de inscribir el equipo, la búsqueda del nombre que llevarían a lo más alto de la liga fue intensa y dudosa hasta el final. Chorros de ideas surgían por parte de todos los interesados, aunque a alguno simplemente le resbalara como fuese el nombre, ya que sabían que juntando tanto talento se veía que seríamos un equipo a tener en cuenta. Los principales fundadores del equipo, Kike y Yeray, la misma mañana antes de llevar los papeles a la Federación, aun no sabían el nombre que ponerle al equipo.

La duda estaba entre Los Zumbaperas y Los Escateflown. El primer nombre surgió tras un aluvión de ideas sobre nombres que mostrasen superioridad, y este era uno de los que menos alusión al contrario tenía implícita. Los Escateflown era una palabra que recordamos en alusión a nuestro gran amigo y compañero Jonathan, el cual cuando éramos más jóvenes, nos comentaba las series de anime que veía. Entre el “chansguetarrobo” y “escateflown” mantuvimos buenas risas cuando nos decía esos nombres. Este último se refería a la magnifica serie, “La visión de Escaflowne”.

Durante aquel aluvión de ideas que tuvimos para poner el nombre, salió esta palabra. Nos pareció un nombre con gancho, sin un significado intrínseco, pero que ahora representa toda una institución en la actualidad.

Una vez elegido el nombre e inscrito el equipo, sólo quedaba esperar a que pasase el verano para ver empezar al nuevo equipo que surgía de la ilusión de un grupo de amigos por hacer aquello que tanto les hacía disfrutar, el BALONCESTO.

La primera temporada estaba planteada como una etapa de adaptación, en la que nuestro objetivo al principio era ascender, pero con muchos más problemas de los que pasamos realmente.

La plantilla estaba compuesta por Frito, Yeray, Kike, Edu, Antonio aka Pipa, Gabri aka Busquets, Jorge aka Manzanilla, Elio, y hubo dos incorporaciones durante la temporada, Gustavo y Arturo.

Pese a jugar la mayoría en el Zona Press durante ese año, nunca hubo un partido en el que fuésemos menos de cinco (hubo uno que fuimos cuatro) a jugar por coincidir con partido del otro club (la única incomparecencia fue por resaca mortal que veremos más adelante).

La temporada se vio marcada por nuestro primer gran pique con otros equipos; y el peor parado fue el equipo de San Pancracio.

Muchos roces en la cancha, y muchos más en su web, llevaron a que dijeran que pese a ser nosotros los líderes casi nos ganan, mencionando que éramos bastante malos para ir tan de sobrados en los resultados que se veían en las clasificaciones.

Esto llevo a retarles a un partido sin árbitro y jugando al cien por cien, ya que el partido que casi nos ganan, jugamos andando todo el rato y los últimos cinco minutos nos pusimos a defender y correr, y les ganamos con la gorra.

No sólo no aceptaron el reto si no que ni siquiera contestaron, ya que les dimos hasta mi teléfono para que fuesen ellos quienes eligieran día y campo. Primer equipo que dejamos realmente en la cuneta. Y equipo que en la parte de la temporada siguiente dieron más juego y que en veremos en más profundidad más adelante.

Otro equipo que nos dio una de cal y otra de arena, y quizá esa de arena fue lo que nos hizo perder la liga, fue Ave Fénix. Equipo que quedó último en la competición, y que al año siguiente desaparecería de la liga.

Partido de ida, en el cual ganamos de paliza considerable, y en el que se recuerdan una de las mejores frases que aun recordamos y que ha dado juego a muchas bromas. Tras unos pocos minutos de partido, Kike tuvo que pedir un tiempo muerto muy importante para el equipo. Nos reunió a todos cual equipo de Fútbol Americano, y soltó la siguiente perla: “El jugador nº 5….tiene tetas”. Tal fue el asombro y la incredulidad que nos propició esa frase, que defender a ese tío para mí fue uno de los momentos más extraños de mi vida cuando en un encontronazo le toqué tales bultos. Esta frase no la comentaré más, pero durante temporadas posteriores ha salido la misma frase con otro jugador de Casa de Extremadura.

Volviendo al tema de Ave Fénix, llegamos al partido de vuelta. 11.00 de la mañana tras una fiesta monumental. Kike, Yeray y otro jugador que no recuerdo, posiblemente el Frito, están a menos diez esperando para empezar. El mínimo para poder jugar son cuatro jugadores. Y por cosas del destino, siempre ha habido retraso en los partidos y se empieza como mínimo a y cuarto, ese día se suspendió el partido de antes y por lo tanto empezaría a su hora.

De árbitro estaba Almudena, de mote por todos conocido que no hace falta que aquí mencione, y muy “querida” por todos los jugadores de la liga, la cual era “amada” sobre todo por dos de nuestros jugadores estrella, Edu y Elio.

Ese día, el único que podía venir, y que cogió el teléfono, fue Elio. Los incompetentes de Ave Fénix, sabiendo que siendo cuatro jugadores éramos capaces de ganarles sobrados, dieron la decisión al árbitro de que no querían que hubiese tiempo de cortesía.

Tras este incidente, Elio llegó con un pestazo a whisky de impresión, y una cara de no haber dormido más de una hora. Eran las 11:07 minutos, cuando Almudena, querida por todos, cerró el acta alegando que habíamos entregado tan solo tres licencias. Justo en ese momento que entregaba las copias del acta a los equipos fue cuando entró el crack por la puerta corriendo. Su indignación fue tal, que a Almudena la calificó con piropos tales como Gorda Hija de Puta, Gilipollas, etc… mientras lanzaba su mochila contra la mesa en la que ella estaba sentada. Tras hacerle entrar en razón de que la culpa no era de ella si no del equipo contrario, los insultos fueron hacia ellos. Tales insultos como babosos, mantas, que os meamos en la cara siendo cuatro y sin despeinarnos…

Todo esto llevó a que a Elio le retirasen la licencia durante 5 partidos creo. Por suerte para nosotros, ser amigo de algunos árbitros nos permitía permisividad a la hora de que jugase sin licencia mientras se portase bien. Aquel día marcó una derrota que debía haber sido victoria, y nos llevó a quedar empatados a puntos con Pokemon, perdiendo el basket-average al final de la liga.

A continuación hablaremos de jugadores que ya no están en nuestras filas, pero que marcaron un antes y un después en el club.

La temporada estuvo marcada por el juego de Bus, el cual creaba un ambiente de amor-odio en el equipo. Su primera vuelta fue muy buena. Era capaz de ganarse él solo el partido con seis triples en Miraflores, y con su capacidad anotadora tapaba sus otros defectos, los cuales se vieron mejor en la segunda vuelta. Su acierto fue disminuyendo, y su manera de jugar individualista y de mucho malabar, nos llevaba a perder demasiados balones y costarnos algún disgusto que otro. Aun así fue jugador clave en la temporada. Dicho jugador faltó a algún partido debido a que jugaba en segunda división, en Horrores Azules, equipo al que al año siguiente le dimos un repaso.

Jorge fue un buen fichaje ese año, aunque faltó bastante por lesiones y a algún partido por jugar con la UAM. Más de un partido se lo hizo el sólo. Es el tipo de jugador al que se le echa de menos cuando las cosas van mal.

Otro grande de ese año fue Antonio el Pipa. Pese a su baja estatura, era capaz de jugar al poste bajo mejor que un grande y con muy buena mano en la línea de tres. Muy agresivo en la pista, y tuvo un comentario que analizaremos más a fondo en la siguiente temporada.

Es de digna mención recordar a jugadores como Arturo. En su vida había jugado al baloncesto, pero fue capaz de debutar en un partido como el de Pokemon, llevándonos la victoria en aquel enfrentamiento, y su afán de superación le llevaban a destacar no por no haber jugado nunca, si no por correr e intentar hacer las cosas como si le fuese la vida en ello. Un esguince le alejó de las pistas bastante tiempo y al año siguiente no pudo renovar.

Pero si alguien tiene que destacar de esta temporada, ese jugón es sin duda alguna Gustavo. Lo más redondo que había visto en su vida era un ladrillo nuestro crack mediático. Pero el hombre tenía unas ganas y una ilusión por jugar increíbles. Se iba a entrenar por su cuenta a las canchas de La Rosa, y era todo un show en el juego de Los Escateflown. Sus problemas con las drogas y la justicia hacían que su forma de ver las cosas fuese totalmente diferente a como las veíamos los demás.

Con él ideamos una técnica para que consiguiese anotar, que justo el día que la íbamos a poner en funcionamiento antes de hacerla anotó su primera canasta y no tuvimos porque usarla. Quizá en un futuro con jugadores de su estilo (como pueda ser Luismi), pueda ser utilizada.

Volviendo al tema de partidos durante la temporada, hubo algún partido que fuimos capaces de ganar con cuatro personas, y otros en los que chanchullos con los árbitros nos permitieron meter a jugadores sin licencia, como Luiso, todo un clásico en la liga municipal.

Otro partido clave a parte del ya comentado de Ave Fénix fue contra el bar El Barrio. Al partido llegaron cinco jugadores. De los cuales cuatro de ellos tenían partido justo después con el Nacional del Zona Press y no podían esforzarse mucho para evitar reprimendas de su entrenador. Al final fue una derrota que nos marcó tanto como la de Ave Fénix y nos dejó en la segunda plaza.

Sin lugar a dudas, los partidos más divertidos que hemos jugado, han sido contra Minesota de Bastos. Dichos partidos no eran de gusto de alguno, pues nos tirábamos todo el partido haciendo el chorra, ya que la mayoría nos conocíamos desde pequeños.

Acciones tales como tirarnos al suelo, tiros a cuchara, lanzamientos a canasta con bote en el suelo… Hubo varios intentos desde el medio del campo a cuchara y el único que lo logró fue Fernando cuando aun militaba en Minesota. Partidos para enmarcar y para volver a repetir, de los que aquellos que lo vivimos aun recordamos con alegría.

Pero el verdadero pique de la liga estaba frente a otros dos equipos. Cherokee y Pokemon.

El primer equipo, compuesto en su mayoría por los actuales Prosikitos, nos puso muchas trabas en la cancha. El buen juego de Djibi, y los triples del tipo de pelo pincho de Torrejón nos dejaron un balance de una victoria y una derrota frente a ellos. Ambas si no recuerdo mal por puntuaciones muy bajas, de uno o dos puntos. Aquello fue el inicio de un pique que aun perdura, y se demuestra cada vez que nos enfrentamos contra cualquiera de aquellos jugadores, aunque fuera de la cancha seamos capaces de tomarnos unas copas con ellos.

El equipo a batir eran los Pokemon. Recién descendidos de segunda por acumulación de incomparecencias, eran prácticamente todos ex jugadores del Zona Press. Donde más daño nos hacían era en el juego interior, ya que jugaban con tres postes grandes, fuertes y rápidos, y justo a ese partido nos faltó nuestro estandarte en las alturas, Edu. El partido que este faltó, palmamos de muy poquito, hasta el final no se decidió. El otro partido lo conseguimos sacar a base de esfuerzo y trabajo, pero por una diferencia de puntos menor, por lo tanto el basket-average era para ellos en caso de empate. Y así fue a final de temporada. Empate a puntos, pero por diferencia de uno o dos puntos de average nos quedamos con la segunda plaza.

Aun así, estuvimos apunto de perder la segunda posición por la dejadez de jugadores nuestros. Último partido de liga, 11 de la mañana en miraflores. Sin nada que jugarnos y tras una noche loca, aparecimos allí tres personas. Bien es sabido por todos, tras la experiencia con Ave Fénix, que con tres jugadores el partido se da por perdido. Por suerte para nosotros, del otro equipo solo vino un jugador, y el árbitro era Aurelio. Ese jugador era ex miembro del Zona Press, y no le importó darnos el partido como si hubiésemos presentado nosotros cinco fichas y nos diesen la victoria. Tuvimos suerte, aunque ahí se veía la responsabilidad que tenía la gente con la familia Escateflown.

El objetivo inicial se cumplió de sobra, que fue el ascenso. Pero el objetivo que nos marcamos una vez visto el nivel lo rozamos con los dedos, que era quedar campeones en nuestro año de debut. Aun así, fue una posición privilegiada, y los tres equipos más competitivos de esa liga ocupamos el podio para vernos las caras al año siguiente en segunda.

Aquel año conocimos a gente como Aurelio. Árbitro muy peculiar, con el cual nos dimos alguna que otra fiesta tras apostar botellas a que ganábamos de más de la diferencia que él decía, y nos dábamos buenas juergas con él. Aun mantenemos contacto con él ya que es un tío que pese a no destacar por su labor arbitral, nos lo pasamos muy bien con él.

Pero no todo fueron buenos momentos en el equipo. Decenas de llamadas cada domingo que tocaba jugar en el Miraflores para tener un mínimo de gente con quien jugar, llevaba por el camino de la amargura a los dos directivos y responsables del equipo.

El tema de las llamadas no era el más peliagudo. Había un tema que traía de cabeza a la directiva. Yeray el Presidente, y Kike, el Delegado, veían como ponían el dinero por sus compañeros para pagar los partidos, y como esos mismos compañeros se hacían los locos para devolverlo. Este año mantuvimos cierta discordia con el dinero, pero que al año siguiente sufrió un agravante en el que entraremos en más detalles en la siguiente entrega.

Un dato a destacar y que no hemos comentado fue el tema de la equipación. Al empezar de nuevas, empezamos jugando con la equipación del Zona Press que todos teníamos salvo algún caso en particular, que jugaba con una camiseta roja (o del color que le apeteciese coger ese día como a Gabi, jeje). Todo un año decidiendo que equipación comprar para ir bien uniformados pero que, al final el presidente junto a su principal colaborador decidieron no comprar nada, ya que si a la gente le costaba pagar para poder jugar, imaginaos para ponerse una equipación que no les hace realmente falta al poder jugar sin pagar nada con la del Zona Press.

Y por supuesto no podía faltar en la historia de esta gran entidad, sin hablar de las celebraciones en El Escudo después de las victorias tan trabajadas que llevábamos a cabo. Cervezas rulaban para paliar la resaca del día anterior y el cansancio del partido, así como esas chapatitas de jamón y esos sándwiches vegetales.

Aunque sin lugar a dudas, las cenas de equipo eran lo mejor. Pese a ir siempre pocos a dichos eventos, que había veces que tenía que venir gente ajena por aquella época a la entidad para que pareciésemos un club, eran cenas imposibles de olvidar.

Aquellas historias de Gustavo contando sus problemas con la ley; policías, jueces, armas, drogas, mentiras… digno de una película de Al Pacino y Robert de Niro.

Botellones con licor de lagarto, con aquellas botellas de Douregal, y como no, con nuestro adorado Loch Castle. Aquellos puros a los que se invitaba el presidente, el humo de la victoria chavales, recordad aquellos momentos. Esos bailes a lo John Wayne, y quizá uno de los mejores momentos de mi vida fiestera: salir de pedo con un balón de baloncesto, no tiene precio. Entrar a la Horca jugando a un mareo, reventar dos vasos y pirarnos corriendo, llegar a los Picasso y jugar con el letrero del Jopi como canasta, pelotazos a la puerta del Keops, o malabarismo dentro de La Despensa del Conde, todo esto son cosas que se te quedan grabadas y no las podrás olvidar, y mucho más difícil será repetirlas.

En definitiva, un año para recordar todos estos momentos. Aquellas mañanas de ir casi de empalmada oliendo a whisky como si acabaras de salir de tomarte la penúltima, y ganar sin despeinarte a equipos a los que se debían sentir humillados al ver que no podían parar a cinco resacosos que se juntaban con unas motivaciones muy diferentes a las de ellos.

Primera temporada, un año para el recuerdo y una ilusión hecha realidad.

Escrito y narrado por Yeray aka the real player

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